miércoles, 25 de agosto de 2010

Hay veces en las que me paro a pensar en cómo me gustaría tener una gran cajita para guardar todos los buenos momentos. Los de ayer, antes de ayer, y los del mes pasado, todos y cada uno de ellos. La verdad es que es una pena que algunas cosas queden en el olvido, porque, cuando menos nos lo esperamos, surge un imprevisto, y todo vuelve a ser como antes. Quizá para bien, o quizá para mal, eso no está tan seguro.
Era como una de esas escenas de una pelicula antigua en la que él vé a la chica al otro lado de la pista de baile, se vuelve hacia su colega y dice:
- Algún dia me casaré con ella.

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