martes, 7 de diciembre de 2010

Si la vida nos hace caer 1000 veces, nos levantaremos 1000 más, y es que intentar levantarse cuesta, pero lo que más cuesta es mantenerse en pie.
Nos levantamos y nos dijimos “todo saldrá bien”. ¿Todo saldrá bien? Que positivas, pero si, todo, al menos hoy, nos saldrá bien.
A veces ser optimista me cuesta, ya que me he pasado días y días metida en una negatividad muy profunda, pero no voy a dejar de intentarlo…costará, pero no nos rendiremos.
“cuando un cristal o un plato se rompe  genera sonido de algo rompiéndose. Cuando una ventana se hace añicos,  la pata de una mesa se rompe, o se cae un cuadro de la pared hace ruido.  Pero cuando tu corazón se rompe, el silencio es total. Es algo tan  importante que piensas que su ruptura hará tal ruido q se oirá en todo  el mundo, o sonará como un gong o un timbre. Pero simplemente hay  silencio y entonces es cuando desearías que hubiese algún sonido que  distrajese tu dolor.  Si lo  hay, es interno. Es un grito y nadie puede oirlo, solo tú. Es tan alto  que tus oidos pitan y tu cabeza duele. Es tan salvaje, como una herida  abierta expuesta a agua marina (salada), pero cuando realmente se rompe,  solo se oye el silencio. Gritas en tu interior, pero nadie puede  oirlo…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario