sábado, 26 de noviembre de 2011



















A veces la decisión de irse duele menos que quedarse. Si te quedas es porque esperas algo y ese algo puede no llegar nunca. Cuando pasamos por ciertas situaciones dolorosas (dolorosas para uno, claro) es cuando reaccionamos y nos preguntamos si vale la pena esperar por ese algo, si ese algo va a llegar algún día o estas esperando en vano, desperdiciando ese tiempo valioso.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Volví a explotar. Volví a ser aquella que decía no poder más. Volví a querer parar el mundo, y bajarme. Otra de tantas veces, otra de tantas noches.
Tan solo me hicieron falta unos minutos para recordar que esas pequeñas cosas que me hacían feliz nunca habían dejado de estar ahí fuera.
Y que puede que las cosas no salgan como yo quiera, y que no deje de hacerme las mismas preguntas cada día, pero todo eso no me da el derecho de impedirme ser feliz.

Tu recuerdo no muere, pero mata.
Pasan los días, pasa la vida. Mañanas, amaneceres sin ningún sentido. Noches en las que intentar dormir se convierte en todo un reto.
Todo es distinto, yo lo sé, y sé que él también lo sabe.
Intento no pensar que nuestras vidas cambiaron el día que cada uno comenzó a mirar en una dirección distinta, no quiero creer que el motivo de mis días grises sea que él ya no está. Pero si es cierto que nada a vuelto a parecerse, que nunca más he vuelto a sentir que amaba, y me atrevo a decir que ni siquiera he sentido ser feliz.
Es como si el verano hubiese dejado de ser verano, y sus noches estuvieran vacías.
Lo siento, siento no poder avanzar. Siento no poder decir que he conseguido por fin volver a sentirme viva. Siento que él esté detrás de cada canción que me saca las lágrimas. Lo siento por mí, porque es mi corazón el que no para de perder batallas, porque son mis días los que transcurren a una velocidad de vértigo sin que nada aquí dentro cambie lo más mínimo.

martes, 1 de noviembre de 2011

Cuando el SOL y la LUNA se encontraron por primera vez, se apasionaron perdidamente ya partir de ahí

comenzaron a vivir un gran amor. Sucede que el mundo aún no existía y el día que Dios decidió crearlo, les

dio entonces un toque final... ¡el brillo! Quedó decidido también que el SOL iluminaría el día y que la LUNA

iluminaría la noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados.

Les invadió una gran tristeza, cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían...

La LUNA fue quedándose cada vez más angustiada. A pesar del brillo dado por Dios, fue tornándose

solitaria. El SOL a su vez, había ganado un título de nobleza "Astro Rey", pero eso tampoco le hizo feliz.

Dios, viendo esto, les llamó y les explicó: "No debéis estar tristes, ambos ahora poseéis un brillo propio".

Tú, LUNA iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente

protagonista de hermosas poesías. En cuanto a ti, SOL, sustentarás ese título porque serás el más

importante de los astros, iluminarás la tierra durante el día, proporcionarás calor al ser humano y tu simple

presencia hará a las personas más felices.

La LUNA se entristeció mucho con su terrible destino y lloró amargamente..., y el SOL, al verla sufrir tanto,

decidió que no podía dejar abatirse más, ya que tendría que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios

había decidido. Aún así, su preocupación era tan grande que resolvió hacer un pedido especial a El:

"Señor, ayuda a la LUNA por favor, es más frágil que yo, no soportará la soledad..."

Y Dios...en su inmensa bondad...creó entonces las estrellas para hacer compañía a la LUNA.

La LUNA siempre que está muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para consolarla, pero...

casi nunca lo consiguen.

Hoy, ambos viven así...separados, el SOL finge que es feliz,...y la LUNA no consigue disimular su tristeza.

El SOL arde de pasión por la LUNA y ella vive en las tinieblas de su añoranza.

Dicen que la orden de Dios era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo consiguió...

porque es mujer, y una mujer tiene fases. Cuando es feliz, consigue ser llena, pero cuando es infeliz es

menguante y entonces no es posible apreciar su brillo. LUNA y SOL siguen su destino. EL, solitario pero

fuerte, ELLA, acompañada de estrellas, pero débil.

Los hombres intentan, constantemente, conquistarla, como si eso fuese posible. Algunos han ido incluso

hasta ella, pero han vuelto solos. Nadie jamás consiguió traerla hasta la Tierra, nadie, realmente consiguió

conquistarla, por más que lo intentaron. Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese del

todo imposible, ni siquiera el de la LUNA y el del SOL... fue entonces que El creó el ECLIPSE.

Hoy SOL y LUNA viven esperando ese instante, esos raros momentos que le fueron concedidos y que tanto

cuesta que sucedan. Cuando mires al cielo a partir de ahora, y veas que el SOL cubre la LUNA, es porque

se acuesta sobre ella y comienzan a amarse.

Es a ese acto de amor al que se le dio nombre de ECLIPSE.

Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al cielo en ese

momento, tus ojos pueden cegarse al ver tanto amor.


Ella y él.
  • Ella: Vas a terminar harto de mí. Todos los días vienes a verme.
  • Él: Yo bebo agua durante todo el día y no me enfermó aún.
  • Ella: Oh, ¡idiota! El agua es esencial para la vida.
  • Él: ¿Y tú? Eres esencial para mí.